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img LAS DOS MUERTES DE JORGE CALVO
Las ZONAS BLANCAS fueron inauguradas de hecho en Quilmes, el 4 de agosto de 1950. Esa noche, con una metodología que un cuarto de siglo después se tornaría industrial, fue asaltado un local comunista.
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04 de Agosto, 2010 · Video

Es un testimonio rotundo y convencido. Encima, de un protagonista. Pero Quilmes se las trae desde fines del siglo XVII, algo que se verá con un poco más de detalle en entradas posteriores. Tampoco se trata de una de las acostumbradas hipótesis conspirativas, a las que somos tan afectos, y con una sonrisa quizá hasta se la podría objetar como proveniente de una pobrísima manifestación de chovinismo barrial suburbano. Sin embargo, si se persiste, es porque borgianamente gusta eso de cantar a lo que se cifra en los nombres. O tratar de descubrirlo. Porque quilme, en singular, la ese llegó con los españoles, no se sabe qué quiere decir. Ni de dónde viene. No es de la lengua cacana que se hablaba en los valles calchaquíes y todo lo demás, encima, son apenas hipótesis pegadas con scotch.

publicado por caljorge a las 10:47 · Sin comentarios  ·  Recomendar
04 de Agosto, 2010 · Video

El informativo no tiene desperdicio. Quizá sea todo un desperdicio. Es un discurso de barricada. Un acto proselitista del Pentágono. Pero ayuda a ubicarse en las preocupaciones del momento, sobre todo cuando un galleguísimo caudillo de España por la gracia de Dios y del Plan Marshall, a quien Perón también le va a tirar una mano y luego va a recibir la devolución con unas décadas de cobijo, no duda en alinearse junto a los yanquis. Para otros quizá un desconocido, no sólo por lo joven, Charles De Gaulle, haciendo gala de un anticomunismo acérrimo cuando hasta poco antes, en la París ocupada, luchaban codo con codo con los maquís del PC galo.

             Posiblemente la próxima entrada sea un momento más oportuno para plantear algunos de los pendorchos quilmeños propios como para llevar a preguntarse por qué también a Perón se le dio por meter el dedo en el mismo timbre.

publicado por caljorge a las 09:59 · Sin comentarios  ·  Recomendar
04 de Agosto, 2010 · General



Es correctísimo lo de Amado Heller.

            También la situación internacional.

            Pero lo de Calvo no fue en cualquier lado.

            Fue en Quilmes. Exactamente en la otra cara del planeta como una pelota

            Si entramos en la cadena sinfín de las causas y efectos ni siquiera se empieza. Incluso ronda una hipótesis de la Polinesia con 10 mil años de antigüedad. Y mucho menos que termina o empieza a acabar en 1665, cuando don Alonso Mercado y Villacorta por fin les dobla la mano y los rinde, trayéndose a los quilme de tiro unos 1300 kms. a pie y durante el trayecto de todo, menos cristianismo y piedad, ni qué hablar de vacilaciones al por mayor porque dónde los ponían. Eran alrededor de un millar. Unos 250 guerreros y sus grupos familiares. Parece que la idea luminosa partió del obispo de la entonces Santa María de los Buenos Ayres, más la invalorable ayuda del vasco Juan de Garay y el propio Mercado. Todos, por hache o be, necesitados de Caja Chica, una Eternidad venerada como el Espíritu Santo.

            En las 16 mil hectáreas que le pertenecían a don Juan del Pozo y Silva, abuelo de Cornelio Saavedra, le dieron otra en Entre Ríos a cambio, más algunas rupias, sobre esos bañados fundaron la Reducción de la Santísima Trinidad y los Indios Quilmes. El imperio holandés ya había probado algunos primores del enclave: bancos sólidos de fondo, playas de más de mil metros cuando el Mar Dulce bajaba, ideal para el contrabando de artículos suntuarios y el mercadeo de esclavos africanos negros. Para colmo, a 3 leguas del puerto donde una sola nave de la corona vigilaba lo que sucedía y no había catalejo que pudiera distinguir que desembarcaban hasta la pirámide de Keops.

              Por obvias razones hay que saltarse algo tan desconocido como fundamental: el caso de la cacica Isabel Pallamay, una quilme (no es error: la ese vino con los españoles) cacique de caciques, descendiente de don Martín Iquín, el lendario jefe que resistió nueve años con guerra de guerrillas y el lunes 26 de octubre de 1665, sitiado arriba del pucará por el hambre y la sed, tuvo que pactar la rendición con el permiso de levantar la última apacheta, el altar de piedras para rendirle el último culto a la Pachamama como despedida, y entregar todo para empezar a marchar como ovejas atrás del conquistador. En los últimos tres meses, sin embargo, había tenido tiempo para que los más jóvenes y aptos de los dos sexos, como pumas, escaparan del valle y se aprestaran para reagruparse y volver, como lo hicieron.

            Lo del Primer Triunvirato decretando que como no había más indios no puede haber más reducción, si no fuera que en el Proyecto Arqueológico de los ’90 demostraron que por lo menos habían desaparecido 99 bebés de ese origen y que los patriotas de la City les dieron los solares que hoy son el centro quilmeño de vuelta a los más notables representantes de la alcurnia y la corona hispana, algo así como una contrarrevolución de entrecasa. Menos mal que antes tuvieron a bien fundar el regimiento de Granaderos a Caballo y San Martín inaugurarlo con un flor de golpe de estado, qué joder, para quién jugaban, si pateaban en contra.

             Sin entrar en detalles con el nombrecito con que bautizaron al viejo emplazamiento y que la batuta que les soplaba al oído estaba a cargo del cura Rivas, un comeidólatras de la  mejor escuela de Torquemada. ¿Cómo le fueron a poner Quilmes y tiraron al tacho de la basura nada menos que a la Santísima Trinidad? El poeta Marcelo Marcolín (1957-2011) aporta una idea que es algo más que inquietante: "Debe ser el único caso de un lugar que lleva el nombre de los vencidos", ha escrito en el prólogo de un libro sobre el legado de una nación cuyo origen es tan o más misterioso que muchos tópicos de la religión con capital política en Roma.

            Ahora, si es que fueron realmente los vencidos... Y partiendo de la idea central, en ese mismo TXT, de que "la tragedia de los indios quilmes" es "uno de los secretos mejor guardados en la historia de América." A la muerte de Marcolín, con un preámbulo demasiado prolongado por lo doloroso, han quedado boyando muchos poemas suyos en bitácoras varias y su sitio en Facebook tal como lo dejó la última vez.

            Después vendrá el encariñamiento de don Juan Manuel por la zona e instará el mayor saladero de todas sus muchas pertenencias de estanciero, el coronel Ciriaco Cuitiño como primer alcalde antes de entrar a pasar a degüello más al centro, con un entremedio de invasiones inglesas varias. Militares a principios del siglo XIXX y colonizadamente capitalistas, como es norma del fair play, después de Caseros, y se instalarán en un barrio propio y apartado cuando no había nada de eso y levantarán el Saint George School, un privado bilingüe que se volverá objetivo deseado para los hijos de la clase dominante porteña por su nivel pedagógico y disciplina. A la aristocracia con olor a bosta, según Sarmiento, se le ocurre hacer una réplica de la rambla marplatense porque fuera de temporada quedaba medio lejos ir a remojarse y un alemán instala la más grande cervecería para apagar la sed de los porteños. La Bernalesa, la fábrica textil más grande de Latinoamérica, la sueca Johnson & Johnson, la de cartuchos Orbea, las bicletas Legnano, la impresionante mole de los laboratorios de YPF, la fábrica de lamparitas Osram, las sierritas de la Sinpar, los tejidos sintéticos de la Ducilo, con el agregado del 2-4 diclorohexano para desfoliar todo el norte de Vietnam, delta del Mekon incluido, en un crimen ecológico que va a inaugurar el arrasamiento natural del planeta.

            La lista no es exhaustiva; es mucho mayor. Encima, ni yanqui ni marxista, a Perón se le ocurre al menos formalmente tomar las medidas más extremas de socialización, por decirlo de alguna manera, expropiando a los Pereyra Iraola y después a los Bemberg, cuando ya le boqueaba el gobierno, pero todo se lo mandó en Quilmes. ¿No tenían un lugar mejor para con un atentado de terrorismo político ablandarle los ímpetus independentistas al general de la sonrisa dentífrica?  ¿Los del PC no tenían otro lugar mejor, más cómodo y a mano, para hacer una reunión de semejante envergadura?

publicado por caljorge a las 09:22 · Sin comentarios  ·  Recomendar
04 de Agosto, 2010 · General

La prensa comercial, siempre más o menos oficial, cuando no oficial a secas, reprodujo la noticia en páginas interiores, normalmente dedicada a otros dislates llamados policiales cuando son criminales siempre. Era el comunicado de prensa de la jefatura de La Plata. No le tocaron ni una coma. Y se había tratado de una internita del PC. Los que llegaron habían dado vivas a los EE.UU., punto. Esta especie tuvo tal fuerza que hasta la va a reproducir Nuestra Palabra, órgano oficial del PC, el miércoles 9, a casi una semana de los sucesos. También obvio que remite al conflicto en Corea, recuerda las denuncias partidarias en torno a la falsedad de la Tercera Posición peronista y otros refrescos de los abismos que separaban a las dos concepciones políticas.

            El sábado 5, sobre todos los jóvenes, se fueron casi en masa al hospital de Quilmes. Había policías de la bonaerense hasta tomando el pulso en la Guardia. Uno de los amontonamientos fue parado en seco en la puerta y se les pidió enérgicamente identificación:

            -Somos de la Fede –contestó un mamerto, todavía no se sabe si en serio, de salame o cargándolo.

            -Ah, entonces pasen –dijeron imprevistamente los cara de perro.

            -Creyeron que éramos de la Federal –dijo riéndose el que contó la anécdota, 58 años después, en una librería céntrica de Quilmes.

            Amado Heller y Jorge Bergstein ya estaban en una clínica privada de Wilde y habían pasado por el quirófano. El estado de los heridos era tal que no precisamente caracterizado por estar al instante con la actualidad, Nuestra Palabra del miércoles 9 todavía va a poner en la tapa que “se teme por la vida” del primero de los nombrados.

publicado por caljorge a las 09:01 · Sin comentarios  ·  Recomendar
04 de Agosto, 2010 · General


REFERENCIAS DEL MAPA. La línea roja con flechas indica la marcha del cortejo fúnebre con los féretros a pulso hasta unas veinte cuadras antes de llegar al cementerio de Ezpeleta. Salió del lugar del ataque por Av. Hipólito Yrigoyen hacia el norte, al llegar a Rivadavia, la principal, todavía no peatonal como hoy, giró a la derecha y fue hasta la Av. Mitre, esquina donde están la catedral edificada sobre el cementerio de los quilmes, la plaza principal Gral. San Martín, la Escuela Nº 1 y el antiguo palacio municipal. Al hacer la primer cuadra por esta arteria pasaron a escasos cien metros de la Comisaría Quilmes 1ª y la Biblioteca Popular. Al llegar a Guido quedaron a una cuadra de la vieja canchita de tablones de quebracho del recién ascendido a primera división y que estrenaba su flamante nombre castellanizado, el Quilmes Atlético Club, el decano de las instituciones sobrevivientes en la actividad y uno de los seis fundadores de la primer liga argentina en la disciplina. Le había ganado a River en el Monumental 4 a 1, en el debut, de visitante, el domingo anterior había derrotado 2 a 1 a un San Lorenzo de mitológicas figuras, pero esa tarde perdía en Victoria 2 a 1 con Tigre y el silencio y la soledad de muerte de los estadios de fútbol vacíos le ponían lo suyo al paisaje suburbano. El emplazamiento está destacado con un cuadro verde oscuro. El cuadro azul marino, con el Nº 1 en el primer codo, la posición del autor de esta bitácora, a los 7 años, acompañado de familiares. El otro cuadro marrón, con el Nº 2, y una flecha con la trayectoria, indica la posición y el trayecto de un grupo de chicos de esa barriada, uno de los cuales, brinda el testimonio casi al final de esta bitácora. El mapa está cortado al pie cuando faltan unas veine cuadras para llegar al cementerio, cuya entrada principal está por la calle La Guarda, a unos 50 mts. de Mitre.

El domingo 6 fue el entierro. Partieron del local acribillado donde los habían velado, con los féretros a pulso, adelante el cuerpo de Jorge Calvo, y a la cabeza, como era ritual comunista, todos encadenados del brazo. En la primera fila iba Atahualpa Yupanqui, según cuenta la tradición oral y no está registrado por ninguna prensa, ni comercial ni partidaria. No solamente por su prestigio público, que había llegado al colmo de presentar su afiliación en 1945 en el Luna Park, un acto del que no hay documentación, al año siguiente va a ser torturado en el Departamento Central de Policía de Moreno al 1500, donde le dañan considerablemente la mano derecha, y retorna a París. Ocurre que el año anterior, 1949, había acompañado a Jorge Calvo al IIº Congreso Mundial de la Juventud Democrática que se celebró en Budapest. A su término, él había rumbeado otra vez a la capital francesa y Jorge para Villa Dominico, donde vivía con sus padres.

            Atahualpa también se va a ir del PC. Y no en buenos términos. La cancha está claramente rayada, sin menciones explícitas, en Las Coplas del Payador Perseguido, su obra mayor, un relato por milonga. Pero en aquella época era común que el desencanto llevara a los desengañados a la vereda de enfrente, más sectarios que antes, renegados. El trovador nacido en Pergamino siguió fiel a lo que él consideraba su misión, darle un sentido a la vida: “Arrimarle algo a la esperanza del hombre”, pregonaba. Y conservó las banderas intactas. A eso se debe algo no muy difundido, como son sus homenajes a Pablo Neruda, que siguió hasta su muerte afiliado al PC chileno, o lo que le dedicara a Ernesto Guevara.

publicado por caljorge a las 08:30 · Sin comentarios  ·  Recomendar
03 de Agosto, 2010 · Video

La muerte tiene ceremonias y rituales.

          Pero también tiene trámites.

          Engorrosos. Sumamente engorrosos.

         El Cuchi Leguizamón decía que la muerte, toda, deja todo lo pegajoso de los chicos con las manos enchastradas de caramelo. Y la estupefacción y el bochorno que producen hacen que el estado espiritual en que se queda sea muy especial.

         -Aveloriao -decía él.

         Medio marmota o parecido, quería significar.

        En el mejor de los casos puede ser que haya ocurrido algo así porque al féretro con el cadáver adentro de Jorge Calvo lo volvieron a matar en la Administración que está a la entrada, a la derecha como es obvio, del cementerio de Ezpeleta, por la calle Laguarda. Se les traspapeló, si se quiere exagerar con la buena fe o un candor que ya tiene otra palabra. 

        Esto se pudo constatar de casualidad, como es norma en estos casos, una siesta en que un camposanto como el de Ezpeleta hasta los muertos respetan, y a uno se le ocurre largarse sin indicaciones precisas. Al preguntar por la ubicación, teniendo la fecha, las empleadas hicieron algún intento. De un fichero donde guardan tarjetas escritas a máquina salió una donde estaba Angel Zeli y también por lo menos anotado Jorge Calvo, sin ubicación de manzana y lote, entonces la que lo encontró le manifestó a la otra la extrañeza, porque como yo también alcancé a verlo, había cuatro marcas junto a este último nombre: unas √√√√ que no supieron a qué atribuir ni cómo descifrar, pero que la primera había comentado sin poder ocultar la extrañeza.

        La que parecía de mayor antigüedad, entonces, tomó la decisión de ir a una oficina posterior y venirse con uno de esos libracos oficiales, empastados, lomos encuadernados en cuero legítimo, gamuzado, lo puso sobre el mostrador y empezó a buscar por fecha. Estuvo a punto de dar un respingo:

       -El otro señor está, pero el que busca usted no -dijo con los ojos más grandes.

      Angel Pedro Zeli era el único que había ingresado ese domingo 8. Nadie más. 

       Se buscó hasta casi finales de año y ni rastros de Jorge Calvo.

       Lo desaparecieron como cadáver. Está colado en la cripta debajo del monumento. Es el único caso de Okupa sin vida. Una segunda muerte que por más que traten de querer explicarla no la van a poder explicar nunca. Y que explica el terror burocrático cuando se volvió con una cámara digital y se volvió a pedir el libraco para documentar semejante buraco en la memoria pública.

        Así y todo, no faltan los que todos los años van a cumplimentar los gestos del recuerdo. Los que a pesar de los años y muros derrumbados junto con utopías por lo menos siguen cantando.

publicado por caljorge a las 18:35 · Sin comentarios  ·  Recomendar
03 de Agosto, 2010 · Video

La alusión geográfica que hace el librero y editor Néstor Arias, de entonces apenas diez años, que con otros amiguitos del centro se plegaron por curiosidad infantil al cortejo, traducida es como la Larga Marcha de Mao, cuyas consecuencias, a criterio de los yanquis y los comunistas, estaban repercutiendo en la lejana y aparentemente extraña Quilmes. La calle Primera Junta es donde termina la manzana amurallada de la primer multinacional de la medicina, el Laboratorio Rhodia y todo su misterio umbrío bajo la densa arboleda sobre la manzana oriental. Faltaban todavía casi veinte cuadras para llegar a Laguarda y doblar a la izquierda, media cuadra, para encontrarse con la entrada principal del cementerio de Ezpeleta.

            Los deslindes de Quilmes. Un territorio casi foráneo, mucho más allá de aventuras futboleras y de otro tipo. Aquella multitud recorrió 9 kms. o un poco más con los féretros a mano. El cimbronazo había sido muy grande. Y a la militancia congregada sí o sí había que agregarle la gente de ambas veredas, conmovidas antes un hecho que era más que inusual, porque la vida no tiene partidos. Es un partido. Aquella movilización se cuenta entre las mayores que tuvo el gobierno peronista, sobre todo porque sucedió en la época de mayor bonanza. Las otras dos que acarrearon masivamente el descontento fue la que le organizó la UCR en Plaza Constitución, con Ricardo Balbín, Arturo Frondizi, Crisólogo Larralde y hasta el joven Raúl Alfonsín, en 1952, que tuvo que afrontar una feroz represión y la presencia masiva de los parapoliciales de la Alianza Libertadora Nacionalista, de pilotos blancos a lo Humprey Borgart, ya sea con lluvia o sol, obligado funyi, una credencial de metal con un águila en relieve y el arma reglamentaria de la Policía Federal, casi todos suboficiales de la fuerza o conscriptos que a los 19 años hacían el servicio militar allí por alguna cuña o pago de un favor. Había sido oficialmente fundada en 1943, su periódico se llamaba Tacuara y se la consideraba el principal grupo de choque del oficialismo, aunque por razones ideológicas guardaba cierta autonomía de movimientos. Por fin, el 11 de junio de 1955, la ritual procesión de Corpus Christi se convierte en el acto mayor, preludio del fin. Varios de los aviones que bombardearon la Plaza de Mayo días después llevaban la leyenda Cristo Vence o una cruz pintada en el hueco de la V de la victoria. Con la exageración de estos casos se la atribuyeron 200 mil manifestantes, pero así se la rebaje al 50% fue impresionante, a la altura de las habituales congregaciones para celebrar el rito de escuchar a Perón desde el famoso balcón.            

publicado por caljorge a las 18:29 · Sin comentarios  ·  Recomendar
03 de Agosto, 2010 · Video

               Las tomas del video corresponden al homenaje de la FJC en agosto del 2006. Ni el frío ni la lluvia amainaron los ánimos.

            El legado de Jorge Calvo se materializa en la Brigada que desde el 2006 lleva su nombre, con ideales pero sin partidismos, y como actividad militante el pintado de murales, justamente uno en su memo-ria sobre el paredón del cementerio que da a la avenida Mitre, para el lado donde está la entrada del Cementerio de Disidentes. Los que quieran interiorizarse sobre los detalles de este grupo pueden ingresar a los datos que pusieron en la Wikipedia o a la bitácora que tienen cliqueando sobre el subrayado. Los que quieran disfrutar de los prime-ros y jóvenes 80 años de Amado Heller con un video muy bien hecho, con mucho ingenio y cariño, más todo el humor, métanse en YouTube desde aquí mismo.

publicado por caljorge a las 18:20 · Sin comentarios  ·  Recomendar
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Amílcar Romero

Tenía 7 años. Era una noche muy fría y estrellada. Recuerdo con toda nitidez las ráfagas, ese tartumedeo que era un sonido nuevo para una época en que no había tevé. Al otro día las caras de las gentes eran muy diferentes. El día del entierro una marea humana con banderas rojas puso un paisaje inusual. La encabezaban los dos féretros a pulso. Y cantaban consignas. Inolvidable. Han pasado 60 años.

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LOS ANGULOS DE LA MIRADA
Estas seis décadas transcurridas, aparte de la tragedia y la reincidencia argentina en lo criminal de lo político, la actualidad global hace unas muecas hacia los protagonistas de entonces. Por ejemplo, muy difícilmente, salvo a los disciplinados afiliados al PC argentino y de todo el mundo, resultara poco creíble que el temible José Stalin no le hubiese dado la orden al hermanito menor, Kim Il Sung, para romper el status quo y el autoconvencimiento de gendarmes del mundo que no han perdido en el Departamento de Estado los haya lanzado a una guerra que estuvo al filo de ser la tercera mundial en lo que iba del siglo.
Hoy ya no están los principales protagonistas. Ni Truman ni el mencionado Padre de los Trabajadores. Tampoco Perón, Kim Il Sung, Mao Tsé Tung, Lin Piao o De Gaulle. Sin embargo, Corea del Norte sigue su camino a contracorriente o a favor de los vientos, váyase a saber, empecinada en su propio poderío atómico con el argumento que los enemigos están demasiado cerca y son más de uno, empezando por los vecinos que se empecinan cada vez como la primera gran superpotencia de estos tiempos.
Periféricos, barriales, payucanos, el interrogante sigue persistiendo: por qué Quilmes. Por qué el PC eligió ese lugar para la reunión, por qué en La Plata la dichosa Sección Especial eligió ese modus operandi para presentarse en sociedad, por qué aquella impensada reacción en un puñado de jóvenes armados nada más que de coraje cívico e instalarse con perfil propio en la historia.
A costa de sangre, por cierto.
Ni mucha ni poca. Con decir sangre es suficiente.
Ahora la colecta de testimonios y otros datos permite armar un puzzle que creemos un poco más aproximado.
Para los que quieran explotar las aptitudes multimedia de estos formatos, un poco más abajo podrán encontrar una consola con la versión completa de La Internacional en una grabación realizada durante la Guerra Civil Española. Por más de un motivo parece la banda sonora más apropiada para este trabajo. Con un clic en el arranque se puede escuchar la versión completa y, de apetecer, repetirla cuantas veces se quiera.
Gracias.
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